La saga Ñeembucú
“Hóga mombyryva oguahe voive ketuete atyhápe”
(Quien vive lejos seguro llega más temprano a la reunión)
Ñeembucú querido
¡Mi Ñeembucú querido
cuando yo te vuelva a ver!
Salgan al monte para ver si llueve
esa neblina pesada,
entre la fresca sonrisa
de las moscas que van
tramando la soledad
de la selva
y el latido de los pájaros
que vuelan por lo bajo...
Porque hay manos
que sufren la dolorosa
inmensidad de la naturaleza
y el aura sofocante del sol...
Esas manos, hijos de Ñeembucú,
Son las raíces de una tierra
Vieja
y resentida
y reseca
y colorada...
Por eso los que cazan
A veces se pierden
Entre tanta maleza húmeda
y un canto de pájaro raro.
Porque uno se mete hasta allí,
no más
y ya escucha a las ranas
venir de lejos
y el gorgojeo del río
como un murmullo profundo
que viene masticando...
Y si alguno de los que cazan
se cae medio muerto
cuando una víbora
le sube por la pierna
y con un mágico veneno
lo quiere reventar,
tengan cuidado que el verde paisaje habla
un lenguaje misterioso,
lleno de muerte y ansiedad.
Entonces cuando sienta la fiebre
sacudir cada tramo
de sangre
y enloquecer cada centímetro
de cabeza,
cuando caiga allí,
y la selva no lo trague
sino que lo escupa,
y los animales
de la descomposición
merodeen sin acercarse
a devorar su cuerpo.
Entonces preguntará
Su espíritu quisquilloso
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
Una simple razón
sencilla.
La selva ve y oye
y por más poesía
que valga,
cuando salgan al monte
para ver si llueve,
van a ver la neblina pesada
que los envuelve...
Así es la selva.
Directa.
Si desconoce, ahorca,
si reconoce...
¡Mi Ñeembucú querido
espero que me dejes volver!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Aaaa acá están los parlamentos del genialísimo show multicerebral!
ahí estaré el 25 de julio! A por ellos!
saludes!
¿Cómo anda abducida?
que bueno el sábado!
a por muchas más!!!
muy bueno el blog!
Publicar un comentario